
La mayoría de la gente puede contagiarse de herpes genital al tener relaciones sexuales con una persona que tenga un brote de herpes. Este brote significa que el VHS está activo. Cuándo esta activo, el virus generalmente causa lesiones visibles en el área genital. Las lesiones despiden (propagan) el virus que puede infectar a otras personas. Sin embargo, a veces, una persona puede tener un brote y no tener lesiones visibles. La gente a menudo se contagia de herpes genital al tener relaciones sexuales con parejas que no saben que están infectadas o que tienen brotes de herpes sin lesiones.
Una persona con herpes genital también puede infectar a su pareja durante el sexo oral. El virus es raramente diseminado, si llega a suceder, tocando objectos como el inodoro o un baño de tina.
Desafortunadamente, la mayoría de las personas que tienen herpes genital no lo saben porque nunca tienen síntomas, o no reconocen los síntomas que puedan tener. Cuándo hay síntomas, estas pueden ser diferentes en cada persona. Muy a menudo, cuando una persona se infecta con herpes genital por primera vez, los síntomas aparecen dentro de dos a 10 días después de la exposición. Estos primeros episodios de síntomas generalmente duran dos a tres semanas.
Los primeros síntomas de un brote de herpes genital incluyen: Picazón o ardor en el área genital o anal, Dolor en las piernas, glúteos, o área genital Descarga de flujo vaginal, Sensación de presión en el abdomen. En unos pocos días, las lesiones aparecen cerca de donde el virus penetró al cuerpo, tal como en la boca, el pene, o la vagina. Estos también pueden ocurrir dentro de la vagina o en la cervix en mujeres, o en el tracto urinario de mujeres y hombres. Primero aparecen pequeños bultos rojos. Estos se desarrollan a vesículas, y posteriormente llegan a ser llagas muy dolorosas. En unos días, las llagas se hacen costras y sanan sin dejar cicatriz. Otros síntomas que pueden presentarse en el primer episodio de herpes genital son la fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, y glándulas inflamadas en el área inguinal.
Los primeros síntomas de un brote de herpes genital incluyen: Picazón o ardor en el área genital o anal, Dolor en las piernas, glúteos, o área genital Descarga de flujo vaginal, Sensación de presión en el abdomen. En unos pocos días, las lesiones aparecen cerca de donde el virus penetró al cuerpo, tal como en la boca, el pene, o la vagina. Estos también pueden ocurrir dentro de la vagina o en la cervix en mujeres, o en el tracto urinario de mujeres y hombres. Primero aparecen pequeños bultos rojos. Estos se desarrollan a vesículas, y posteriormente llegan a ser llagas muy dolorosas. En unos días, las llagas se hacen costras y sanan sin dejar cicatriz. Otros síntomas que pueden presentarse en el primer episodio de herpes genital son la fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, y glándulas inflamadas en el área inguinal.
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